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La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) recuerda que la protección solar es un aspecto vital para la salud pública a nivel mundial, para lo que resulta esencial contar con estándares claros y métodos de evaluación confiables para determinar la eficacia de los protectores solares. Habida cuenta de ello, el sector lamenta las continuas campañas de desinformación que hay sobre estos productos y la alarma que ciertos estudios pueden ocasionar de manera injustificada, reafirmando el liderazgo español en materia de fotoprotección solar.
El etiquetado de los productos que se comercializan en España y en otros países europeos responde a la norma ISO 24444:2019, cuya eficacia no sólo ha sido ampliamente validada para evaluar el Factor de Protección Solar (FPS) en protectores solares, sino que es el método de referencia de las autoridades competentes en labores de control de mercado atendiendo a la recomendación de la Unión Europea y es el estándar más empleado en el mundo. Sin embargo, el método HDRS empleado por un reciente artículo publicado por la OCU sobre cremas solares faciales se encuentra actualmente en proceso de evaluación para comprobar su validez y no ha sido aprobado todavía como un método oficial. Actualmente, el método HDRS plantea limitaciones en la variedad de productos probados y falta de equivalencia demostrada con respecto al estándar ISO 24444.
Los consumidores pueden confiar por completo en el correcto etiquetado y en la eficacia demostrada de estos productos, sujetos a una estricta regulación a nivel nacional y europeo
El verdadero riesgo que plantean este tipo de campañas es la desinformación. Se trata de contenidos que pueden confundir a los consumidores innecesariamente, especialmente tomando en consideración todos los avances en materia de concienciación social en lo que se refiere a la salud de la piel. Por eso es tan necesario seguir insistiendo en la importancia de educar y concienciar al público con información rigurosa, precisa, basada en la evidencia y transparente sobre la importancia de la fotoprotección, considerando los efectos dañinos de la radiación UV en la piel sin generar un alarmismo injustificado en el consumidor.
Stanpa, como representante del sector de la perfumería y cosmética a nivel nacional, siempre ha insistido en que todos los productos cosméticos, incluidos los de protección solar, están sujetos a una normativa extremadamente estricta, cuya aplicación es supervisada de cerca por las propias autoridades sanitarias europeas y españolas. Todos los productos solares seleccionados en la campaña de OCU cuentan con el respaldo de ensayos que avalaban el Factor de Protección Solar antes de su comercialización en el mercado.
Cabe recordar que la cosmética es un sector altamente regulado y los productos que se comercializan en la UE cumplen con los más estrictos estándares regulatorios del mundo, empezando por el Reglamento Europeo de Productos Cosméticos que garantiza que todos los productos cosméticos y sus ingredientes son seguros para su uso por los consumidores. Además, los fabricantes tienen la obligación legal de llevar a cabo una rigurosa evaluación de seguridad realizada por científicos expertos y cualificados antes de poner un producto cosmético en el mercado.
En cuanto a otros aspectos de la campaña de la OCU, es importante destacar que las afirmaciones que aluden a la naturaleza "hipoalergénica" de un producto (que produce una reacción alérgica muy reducida o nula, especialmente indicado para personas con piel sensible) o a su condición de "dermatológicamente testado" (probado en voluntarios bajo la supervisión de un dermatólogo) están respaldadas por estudios científicos que no solo garantizan la seguridad del consumidor, sino que también le permiten tomar decisiones informadas al elegir un producto.
Con relación a los cuestionamientos referidos a ciertos ingredientes, también es importante resaltar la importancia de los filtros UV, como el Homosalate y el Octocrylene, recientemente reevaluados por el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la UE (SCCS) y regulados en la normativa, utilizados en los protectores solares para absorber las radiaciones ultravioleta A (UVA) y B (UVB), protegiendo la piel contra quemaduras solares y daños cutáneos.
En relación con los envases, las empresas cosméticas se preocupan por su sostenibilidad, diseñándolos para minimizar la pérdida de producto y cumplir con las regulaciones. El envasado secundario protege el producto, proporciona información relevante para los consumidores y ayuda a prevenir desperdicios, optimizando el transporte. Además, actúa como garantía de seguridad y autenticidad del producto. Se calcula la proporción de envase-producto para asegurar un llenado adecuado y la durabilidad del envase, especialmente en condiciones adversas como la exposición al sol y al agua. El envase es crucial para la aplicación y conservación del producto.