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La industria cosmética siempre se ha tomado muy en serio cualquier aspecto relacionado con el impacto de sus productos en el planeta y la sostenibilidad medioambiental. Recientemente hemos conocido las últimas restricciones de la Comisión Europea en el uso de microplásticos añadidos intencionadamente. Las compañías cosméticas hicieron ya suyo en 2015 el compromiso de eliminar las micropartículas plásticas voluntariamente antes de 2020 en los productos cosméticos y de cuidado personal que se aclaran a raíz de una recomendación a sus asociados pactada por Stanpa y Cosmetics Europe –la principal asociación europea de la industria–.
El último informe realizado a nivel europeo y que monitoriza el uso de micropartículas plásticas de productos cosméticos que se aclaran, mostró una rápida y sustancial reducción del 97,6% en el uso de micropartículas plásticas en productos cosméticos y de cuidado personal con fines exfoliantes y limpiadores ya en el año 2017, anticipándose en más de dos años a la fecha de 2020 pactada en la recomendación. Esta cifra representa más de 4.250 toneladas de microesferas de plástico sustituidas y eliminadas.
Las primeras medidas recogidas en esta restricción europea son, por ejemplo, la prohibición de microesferas (o microperlas) y los glitters. Los glitters, también llamados purpurina o brillantina, se utilizan a menudo para proporcionar efectos visuales en los productos cosméticos. Algunas purpurinas se obtienen fijando colores entre finas capas de plástico y éstas se clasifican como plásticos. Si este tipo de glitters se utilizan en productos cosméticos, estarán restringidos por el Reglamento (UE) 2023/2050, que entra en vigor el 17 de octubre de este año. Dependiendo del producto en el que se utilice las empresas se irán adaptando en los periodos de tiempo que corresponda. A los productos cosméticos que contienen micropartículas de polímeros sintéticos (con excepción de las microesferas), incluidos los que contienen purpurina, se les conceden períodos transitorios específicos en virtud del apartado 6 de la restricción y pueden seguir vendiéndose hasta el:
Desde el 17 de octubre de 2031 hasta el 16 de octubre de 2035, para seguir vendiéndose, los productos de maquillaje, labios y uñas deben llevar una etiqueta que indique que contienen microplásticos.
No obstante, es importante recordar que existen alternativas. No todas las sustancias que proporcionan un efecto brillante están basadas en plástico; algunos efectos brillantes los proporciona la mica coloreada, que es un mineral extraído de forma natural, otros efectos brillantes los aportan los minerales a base de sílice (un componente de la arena) mezclados o recubiertos con colores.
"Gracias al compromiso temprano y voluntario que adquirió el sector, así como a la labor informativa que se ha hecho desde Stanpa, las empresas han podido adaptarse con mayor flexibilidad, anticipándose a la aplicación de la normativa, si bien, encontrar sustitutos de los microplásticos viables en un proceso que lleva tiempo", apuntan desde Stanpa.
La industria cosmética europea lleva trabajando años en la evaluación e impacto de estas nuevas medidas y continúa trabajando con la Comisión Europea y con las autoridades competentes nacionales en esta evaluación y recogida de datos científicos.