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La Academia del Perfume y la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) celebraron el 21 de junio su III Think Tank con el tema “El valor de las esencias y su impacto positivo en la comunidad”.
En el encuentro, expertos, perfumistas y científicos han defendido la importancia socioeconómica de las más de 72.000 hectáreas de cultivos y plantaciones tan relevantes entre las que se encuentra el limón de Levante y Murcia, la lavanda de Castilla-La Mancha y Castilla y León o la jara de Andalucía, cuya subsistencia supone un impacto positivo en las zonas rurales de la España despoblada, ya que permite a la industria utilizar estas materias primas para los ingredientes naturales de perfumes y cosméticos.
Durante la presentación del evento, Val Díez, directora general de Stanpa y vicepresidenta de la Academia del Perfume, ha destacado la labor de los agricultores como pieza clave en el desarrollo y producción de los aceites esenciales: “el impacto positivo de las esencias va mucho más allá de las empresas que lo producen, la cadena de valor va desde el trabajador del campo a nuestros hogares.”
La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea será clave para potenciar el uso de ingredientes naturales en la producción de aceites esenciales, ya que su impacto económico y social inmediato repercute en más de 50.000 empleos en Europa. En este contexto, el sector llama a que en el marco de la Agenda Verde de la UE se fomente la utilización de sustancias naturales de origen biológico en los productos de uso diario. Plantaciones como el limón, el tomillo o la jara silvestre se mantienen vivas a lo largo de la geografía española gracias a la producción y extracción de estas materias primas naturales por parte de la industria, lo que permite la conservación y el crecimiento de marcas icónicas y prestigiosas de perfumes en la actualidad.
España supera 72.000 hectáreas de cultivos para aceites esenciales y se mantiene como el segundo país exportador mundial de perfume
El protagonista del encuentro ha sido Dominique Roques, “El buscador de esencias”, quien ha seleccionado un recorrido de las experiencias descritas en su libro por todo el mundo. Comenzando por la jara en Andalucía y siguiendo con la rosa de origen persa y el jazmín de la India, ha concluido con el bálsamo de Perú en los bosques de Centroamérica. Roques lleva más de treinta años inmerso en la industria del perfume como sourcer, lo que implica recorrer el mundo en busca de los recursos naturales que son imprescindibles para componer las fragancias más demandadas, reconociendo la labor de recolectores y productores que surten de materias exclusivas a la industria. Dominique Roques ha señalado: “Hay un mundo entero entre los recolectores y los laboratorios donde se elaboran los perfumes. Me he esforzado en tratar de conectarlos, acercando el conocimiento de los perfumistas a los trabajadores del campo y viceversa. Los ingredientes naturales generan un valor incalculable, no solo en términos económicos, sino también para las comunidades que los cultivan; si no hacemos el esfuerzo de apoyarlos, esas materias primas, su legado y las tradiciones que representan dejarán de existir en un futuro”.
España es líder mundial en la producción de romero (Rosmarinus Officinalis) y de tomillo (Thymus Zigis). Su producción de gran calidad proviene principalmente de la limpieza de montes y de la recolecta silvestre, más que del cultivado, y emplea a muchos temporeros desde los meses de abril hasta noviembre ya que son las épocas de mayor producción.
Jordi Calonge,CEO de la compañía de esencias Ernesto Ventós S.A., explicó en su intervención “las materias primas naturales están sujetas a una variabilidad en función del clima y la meteorología, la oferta y demanda, por lo que es importante apoyar tanto a productores y a creadores de perfumes para asegurar el abastecimiento y la calidad. Un ejemplo es el tomillo, un producto limitado cuya producción mundial depende al 100% de España.”
La superficie de producción de plantas aromáticas ha crecido un 35% en el último año continuando su tendencia alcista desde 2018 con un total de 18.000 hectáreas cultivadas.
En 2022 se exportaron cerca de 7.000 toneladas de aceites esenciales de aromáticas a Francia (13%), Italia (12%), Alemania (10%) y Reino Unido (7%). De éstas, el 15% representa los aceites puros (no sintéticos). A su vez, se importaron 7.200 toneladas de países como China (18%), Brasil (17%), Francia (11%), Indonesia (9%) o India (9%).
Las plantas aromáticas son más productivas que los cereales y, al ser de secano, no requieren regado. En su cultivo tampoco se emplean pesticidas ni fertilizantes. Se trata de plantas autóctonas que contribuyen a la biodiversidad, destacando su importancia para las abejas.
España es también un gran productor de lavandas. A lo largo de toda la península existen campos de lavandines y de lavanda, que son destilados al final del verano. Las principales variedades de lavandín son el Super y el Abrialis, pero hay muchos otros genotipos adaptados a nuestra tierra. Son cultivos con grandes extensiones, bien organizados y mecanizados, y puede competir con los grandes productores mundiales como Francia y Bulgaria.
Estas tres aromáticas son las de mayor producción y comercialización, pero España cuenta también con muchas otras variedades que son muy apreciadas y que contribuyen a ampliar la paleta de perfumistas y aromistas en un sentido muy positivo. Entre ellas, cabe destacar la Mejorana, el Hinojo, el Hisopo, el Ciprés, el Cade o la Salvia.
Juliana Navarro Rocha, Investigadora del Departamento de Ciencia Vegetal del CITA, ha realizado una radiografía de las aromáticas en España, señalando que “el sector productivo está creciendo gracias al aumento de demanda de la industria de estos ingredientes y sus características endógenas que las hacen muy competitivas en los mercados internacionales. Este sector productivo está favoreciendo las oportunidades laborales y de desarrollo en zonas de la España despoblada, generando un impacto positivo para fijar población en estas zonas.
Ramón Monegal, perfumista de cuarta generación de una saga clave en la historia del perfume en España, ha defendido fervientemente el valor de estas esencias en España “la identidad mediterránea de estas aromáticas les otorga un elemento diferencial, como perfumista quiero destacar la importancia de esencias que nos conectan con nuestros orígenes y el olor del mar, siempre las tengo muy presente en mis creaciones”.
España es el segundo país productor mundial tanto de limón como de su aceite esencial con una producción de hasta 1.400 toneladas y genera cerca de 23.000 empleos directos en el medio rural, soportados en más de un 50% por mujeres. Además, cuenta con una variedad única en el mundo, la Verna, con importante valor emergente para la perfumería junto a la variedad Fino.
La producción de limón ocupa 50.400 hectáreas en España y los quince millones de árboles de limón que existen actualmente gracias a estas plantaciones captan más de 300 toneladas de CO2 al año.
Antonio Hernández, director de Sostenibilidad de AILIMPO, Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo destacó que “la huella de carbono generada por el cultivo de limón en nuestro país es negativa, esto es esencial en la lucha contra el cambio climático”. Estos árboles se cultivan especialmente en las regiones de Murcia (53% de la producción), Comunidad Valenciana (33%) y Andalucía (14%). Hernández destacó “la calidad y sostenibilidad del limón español, que se produce cumpliendo con los más altos estándares sociales y laborales que marca la legislación europea” También señaló que “es importante ofrecer una estabilidad al productor y que el cultivo pueda ser sostenible en el tiempo, contamos con herramientas de cálculos de costes e incentivos de promoción y consumo del limón”.
Manuel Parra, Managing Director de Lemonking (Santomera, Murcia) ha destacado “hemos incorporado la filosofía de la economía circular para el aprovechamiento total de la materia prima, no solo extraen el aceite esencial de la cáscara, sino que además destilan el zumo para obtener un nuevo producto diferencial para uso en perfumería”.
Por su parte, Henar Sánchez, Technical Manager de Lluch Essence, señaló que “la calidad del aceite esencial del limón es muy estable gracias al trabajo de la industria del procesado. El gran reto ahora es evaluar si queremos diferenciar entre las dos variedades de Fino y Verna para destacar la Verna que es única en el mundo y de origen español, colocando al limón español en el lugar que se merece”.
Agustí Vidal: Perfumista de Symrise, Académico de Número Sillón Magnolia de la Academia del perfume puso en valor el contexto más cultural. “Los perfumistas no utilizamos las materias primas para formular un producto que huela a ese ingrediente per se, sino que lo seleccionamos por aquello que nos sugiere y por las sensaciones que nos evoca. Cuando cerramos los ojos y olemos el limón reconocemos el frescor de la tierra y del aire”, destacó.
Según un estudio cartográfico dentro del proyecto BeonNat, se estima que la jara ocupa una superficie de unos 2,1 millones de hectáreas en toda la península, del que solo un 4% es actualmente aprovechado para la cosecha, ya que depende de factores como la edad de la planta, la calidad de los terrenos y la accesibilidad a los mismos.
La variedad de jara utilizada en perfumería es el Cistus Ladanifer o jara pringosa, de la que se utilizan la resina y las ramas. Actualmente, su recolección se centra en Huelva, Sevilla, Extremadura, Centro peninsular, y la industria procesadora en Huelva y Sevilla.
Uno de los principales compromisos de la industria es obtener los ingredientes de la manera más sostenible posible. Las empresas productoras contribuyen a cuidar los campos, asegurar su supervivencia y la convivencia entre la naturaleza y la ciencia, aportando nuevas técnicas con las mayores garantías de seguridad, además de la creatividad.
Nuria Cruelles, Perfumista de Loewe y Académica de Número de la Academia del Perfume Sillón Narciso ha ensalzado las propiedades únicas de la jara para la perfumería “es un ingrediente que crece salvaje y difícil de dominar, pero tiene una gran riqueza y complejidad, aporta diferentes matices olftativos y es un ingrediente autóctono con siglos de historia, es tan especial que la he elegido como protagonista de mis futuras creaciones”.
La recolección de la jara ha estado asociada históricamente a municipios pequeños enclavados en terrenos forestales, donde su población se dedicaba a tareas como la extracción de corcho, la caza, y la ganadería. Cada vez más, estos municipios se ven impactados por la despoblación y la disponibilidad de personal para trabajar en estos sectores es cada vez más complicada. Aun así, cada año durante la época estival, entre 10-20 familias se dedican a la recolección en cada localización de cosecha. Los terrenos suelen ser públicos, aunque también se da en terrenos privados. María Lavao, Sourcing Project Manager en Givaudan Albert Vieille ha explicado la labor de los jareros desde su propia experiencia en los campos de Huelva: “el trabajo de recolección de la jara beneficia al monte porque retiramos esta materia prima cuya resina puede ser combustible en caso de incendios en el campo. Los restos que no se usan para extraer esencias se usan para generar biomasa como, por ejemplo, en forma de pellets”. En términos de impacto socioeconómico, Lavao ha destacado que “cada jarero local puede recolectar entre 500 y 800 kilos de jara al día y hemos conseguido mejorar sus condiciones económicas ya que son la base de la cadena de valor y deben recibir una remuneración acorde a este gran trabajo”.
Val Díez ha cerrado la sesión, recapitulando “la gran conclusión de la jornada es el indudable y gran impacto positivo de los ingredientes naturales en la comunidad en tres dimensiones: hectáreas de cultivo, creación de empleo especialmente rural y la circularidad. Hemos ahondado en la sostenibilidad del sector desde lo más silvestre hasta los cultivos más profesionalizados, todo ello unido a una alta tecnología y a las máximas garantías de seguridad para estas materias primas naturales que demanda el consumidor de hoy y del futuro, contribuyendo a la agenda verde y a un mundo mejor para las nuevas generaciones”.