Desde 2018, la Academia del Perfume, fundación cultural con la misión de la divulgación del arte del perfume, organiza su tradicional visita a los campos de lavanda de Brihuega en un encuentro cultural con diferentes profesionales, expertos y públicos de la gran familia del perfume. Se trata de una pequeña localidad en la Alcarria, a veinte minutos de Guadalajara y a ochenta kilómetros de Madrid que se convierte cada año en punto de encuentro para expertos del sector de la perfumería y para el turismo que se multiplica exponencialmente cada año en torno a esta planta, sus propiedades y las diferentes actividades en torno a ella, como el “Festival de la Lavanda”.

El pasado miércoles 17 de julio la Academia del Perfume reunió un variado grupo de unas treinta personas procedentes de diferentes lugares de España y formado por perfumistas y patronos, talentos del jurado de Arte y Cultura como la escritora Espido Freire, el modista Lorenzo Caprile, la deportista paralímpica Sara Andrés o la fotógrafa Marina Cano; periodistas de belleza y lifestyle del jurado de la prensa, así como miembros del jurado de la distribución, del equipo de Stanpa y una representación del elenco de Académicos, como la neurocientífica Dra. Laura López-Mascaraque y el propio Emilio Valeros.

Emilio Valeros, perfumista y Académico del Perfume “Sillón Lavanda”, impulsor de la lavanda en la zona, fue un año más el guía de excepción de la jornada. Aunque la floración de la lavanda lleva cierto retraso este año y esperarán todavía para recolectarla, quiso hacer un pequeño anticipo para que el grupo pudiera contemplar en vivo y en directo cómo se recolecta, traslada y extrae, abriendo por primera vez en la temporada las puertas de su destilería para la ocasión.

La relevancia de la lavanda de Brihuega

Resultado de más de 30 años de investigación y desarrollo, en esta zona de la Alcarria se encuentran unas cinco mil hectáreas de cultivos de lavanda, lavandín y aromáticas, representando una parte importante de la producción mundial que, por su alta calidad, resulta muy apreciada y valorada.

El grupo visitó diferentes tipos de campos, entre ellos la finca más grande de Europa dedicada a lavanda y lavandín: 450 hectáreas unidas y cuatro millones y medio de plantas en un solo terreno en el que se cultiva lavandín de tres tipos: grosso, súper y abrial. Durante la visita, el grupo pudo observar cómo las lavandas atraen a las abejas – especies de gran importancia para el ecosistema – y cómo realizaban su trabajo imprescindible de polinización. Cerca de los campos se sitúan numerosas colmenas para recolectar la miel de lavanda, uno de los productos típicos de la zona.

De la lavanda al lavandín

Tras recordar que el uso de la lavanda se remonta a la época de los egipcios, con propiedades que van más allá de su olor, como beneficios antiinflamatorios y cicatrizantes, el Académico Sillón Lavanda mostró al grupo las diferencias entre la lavanda y el lavandín. El lavandín es un híbrido natural entre la lavanda y el espliego, sus tallos son más largos y su color violeta más intenso, con una flor que suele realizar pequeñas inflorescencias con forma de tridente.

La lavanda se reproduce por semillas, mientras que los híbridos como el lavandín por esqueje. Son de secano, no necesitan mucha humedad y su floración suele darse desde el mes de mayo, alcanzando su punto álgido hacia el mes de julio. La lavanda suele ir más adelantada y recolectándose antes que el lavandín.

La lavanda, de olor más fino, tiene un rendimiento menor, por lo que su precio es más elevado y se reserva para la perfumería selectiva, mientras que el uso del lavandín se da más en otros productos por su relación calidad-precio.

La recolección y extracción inmediata de la “lavanda española”, ejemplo de sostenibilidad

Más allá de experiencia sensorial única de los campos y su marea de color violeta, inspiradora protagonista de múltiples fotos de miles de visitantes, la esencia de lavanda de esta zona es un referente mundial en cuanto a calidad de materia prima.

La esencia se encuentra en la flor y la maquinaria que la recolecta se adapta de forma inteligente a la altura de la planta para cortar la parte más alta de las flores, dejando el tallo en la planta. Para favorecer la recolección es importante que las hileras estén rectas. La cosechadora tiene un peine especial que corta y tritura las flores, que se van depositando en el remolque. Al llenarse, se traslada rápidamente el contenedor a la destilería para iniciar el proceso de destilación al vapor y así conservar al máximo las propiedades de lavanda, de ahí la importancia de la proximidad de la destilería.

El grupo fue testigo in situ, ya que Emilio Valeros abrió las puertas de su destilería para mostrar las diferentes fases del proceso de destilación por vapor. Definió esta destilería de Intercova como pionera, vanguardista, sostenible, y respetuosa con el medioambiente, una de las más avanzadas de Europa. Con uso de energía solar en sus procesos para ahorro de energía, está totalmente informatizada y es un ejemplo de sostenibilidad, creando también otros derivados como hidrolatos y aprovechando al máximo los subproductos y residuos.

A la llegada del contenedor, se aplica vapor a altas temperaturas a los contenedores, extrayendo así la esencia, que a través de unas canalizaciones aéreas entra en la destilería. Se utiliza agua local de Brihuega, unos 25 litros de agua por kg. de esencia. La caldera se encuentra en funcionamiento continuo día y noche. Una vez destilada, la esencia va a diferentes tanques clasificados según el tipo y se maceran con nitrógeno. Valeros explicó “es capaz de destilar hasta 200 kg. de esencia a la hora, calculamos que este año destilaremos unas 90 toneladas de lavanda y lavandín” y destacó “este aceite esencial tiene una calidad muy cuidada y por eso lo escogen en otros países, hemos conseguido categorizarlo como marca española: lavanda española y lavandín español”, señalando así su calidad especial.

El impulso de la España despoblada y economía rural y el futuro Museo del Perfume

El encuentro tuvo una última reunión en el pueblo de Brihuega degustando una refrescante limonada de lavanda y delicias gastronómicas en La Celestina, mientras se intercambiaban impresiones y aprendizajes de la jornada. Se incorporaron el alcalde de Brihuega, Luis Viejo, y su concejal de Turismo, Susana Rodríguez, quienes intercambiaron impresiones con el grupo sobre el impulso de la lavanda para la localidad, estimando que unas 150.000 personas de diferentes procedencias y países visiten Brihuega durante la temporada, aunque también se ha conseguido desestacionalizar, recibiendo turistas prácticamente a lo largo de todo el año, con un impacto muy positivo en la comunidad y en el comercio local.

Compartieron también que ya está adjudicado el edificio que albergará el Museo del Perfume. Según explico Emilio Valeros, "se trata de un edificio histórico del siglo XVII que, tras un plazo de reforma de unos dos años, pretende convertirse en centro de actividades en torno al perfume". Valeros comentó que busca también propiciar que quien entre por sus puertas pueda conocer cómo se crea el perfume que se pone cada mañana, misión que comparte la Academia del Perfume, de acercar el arte y creación de perfumes a la sociedad, dándole el valor artístico y científico que merece.

Antes de regresar, el grupo pudo observar cómo todo el pueblo se vuelca en torno a la lavanda para recibir a los visitantes nacionales e internacionales. Las calles con sus telas y paraguas morados en lo alto se convierten en una fiesta de comercios y puestos ambulantes con la lavanda. El desarrollo de productos en torno a la lavanda va desde la gastronomía: miel, caramelos, infusiones, chocolates, incluso palomitas, y la típica limonada de lavanda a productos para el bienestar, decoración y artesanía: bolsitas perfumadas, jabones, ramos de lavanda, velas, ambientadores o abanicos y objetos decorativos.