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España es un país de aguas frescas y eso se sigue reflejando en las ventas de esta categoría. Según los últimos datos de Circana, las aguas frescas suponen un 17,2% de las ventas en unidades y un 10,7% de las ventas en valor de la categoría de fragancias.
Asimismo, las cifras de la consultora indican que las ventas en unidades de las fragancias frescas (entre las que se incluyen las ediciones de verano de algunas firmas) aumentaron un +8% en el período de abril a septiembre de 2022 respecto al mismo período del año anterior, con un volumen total de 1,69 millones de unidades el citado período. Y las ventas en valor crecieron un +11,8% hasta alcanzar los 53,26 millones de euros. Su evolución en valor (+11,8%) se sitúa muy por debajo del +24,5% que registra el total de la categoría.
En lo que a precio se refiere, “las aguas frescas están en una media de 31,36 euros, con una evolución de +3,5% respecto al año anterior, mientras que el resto de fragancias registran un precio medio superior, 54,57 euros, con un aumento del +6,1% como fruto de la inflación pero también del auge de las altas concentraciones y el mix de marcas”, indican desde la consultora. Así, desde Circana aseguran que “las aguas frescas son una tendencia en declive en estos momentos con el auge de fragancias de concentraciones altas”. Sin embargo, añaden que “para algunos fabricantes, continúa siendo un apoyo táctico de cara al verano”.
Como ya es bien sabido, España cuenta con una gran tradición y predilección por las aguas de colonia. “Pero es en verano, con la subida de las temperaturas, cuando buscamos en mayor medida intensificar esa sensación de frescor. Intentamos encontrar un olor a limpio que nos proporcione la sensación de recién duchados: olores aromáticos, energéticos, revitalizadores y acuáticos. Esta sensación se recrea en perfumería utilizando notas cítricas o hespérides (lima, bergamota, limón, mandarina,…), notas verdes y aromáticas (té verde, salvia, bambú, artemisia, santolina…) o acuáticas (calone, acordes de sal, algas posidonia, …)”, indican desde Bulgari. En esta misma línea, Laura Romero, directora de Formación de Guerlain España, destaca que “con el calor y el sol, en mayor medida que en cualquier otro momento, el cliente busca fragancias ligeras. Las fragancias siempre son una forma de mostrar cómo nos sentimos o de proyectar cómo nos queremos sentir. Cuando cambia la estación, cambiamos nuestro armario y con él, las fragancias que utilizamos. En verano buscamos las que muestran nuestro aspecto más refrescante; las notas cítricas, frescas y chispeantes son las que más ayudan a combatir los calurosos días de verano”.
Enrique Vásquez, experto en formación de fragancias de Farlabo, explica que “la mayoría de los consumidores en España suelen entregarse a las fragancias con esencia mediterránea, cítricas, aventureras, florales, y optimistas. Hay notas clásicas que son un acierto en la mente del consumidor como los acordes acuáticos, acordes salados o notas compuestas que te hacen sentir la refrescante brisa marina y que en compañía de frutas, especialmente cítricas como el limón o la bergamota y suavizadas con notas florales, no solo son un energizante anímico y hacen más llevaderas las horas de más calor, sino que son el complemento perfecto para lo que serán recuerdos imborrables de sus aventuras de verano”.
En definitiva, tal y como resume Sonia Fernández, Marketing Manager de The Fragrance Force, “el consumidor español busca fragancias que encajen con nuestro clima mediterráneo, que aporten frescura y ligereza, pero sin sacrificar la fijación ni la proyección. Un gran reto para los creadores”.
Desde Clarins apuntan como tendencia “fragancias más florales para las mujeres, pero también fragancias que contienen aromas verdes, notas marinas o ligeramente amaderadas que pueden atraer tanto a las mujeres como a los hombres. Son aguas frescas, fragancias ligeras unisex”. Desde Issey Miyake y Zadig & Voltaire señalan que “las tendencias que suelen tener las fragancias de verano son el uso de flores que asociamos con el verano como el jazmín o la peonía y también aquellas que nos recuerdan al olor de la piel en la playa, con toques de sal”.
Desde Kenzo y Givenchy Parfums destacan que “los aromas más deseados para este verano en las fragancias femeninas son las flores blancas, las sensaciones afrutadas y jugosas, mientras que en las fragancias masculinas un aroma más marino, solar y con maderas limpias y acogedoras. Sensaciones que dan positividad desde el primer segundo”.
En opinión de Fernández, “en las fragancias femeninas las flores son muy demandadas por la fuerte vinculación que han tenido siempre con la perfumería, pero es cierto que los consumidores más jóvenes también buscan aromas frescos no florales y con los que poder diferenciarse y construir su personalidad. En los últimos años hemos visto crecer la oferta de fragancias afrutadas, sobre todo cítricas, ya que resultan energizantes y muy ligeras. También está creciendo la oferta de fragancias que contienen notas acuáticas, o marinas, ya que nos trasladan inmediatamente al mar y eso nos proporciona calma y nos invita a reconectar con nosotros mismos. Con respecto a las masculinas, predominan los cítricos, aunque casi siempre adornados con flores como la lavanda y el geranio, tan utilizados en la perfumería masculina y que aportan un toque distintivo y magnético. También aquí las notas verdes juegan un papel muy importante; ingredientes como la menta o la hierba recién cortada, invitan a experimentar la parte más pura de la naturaleza y nos proporcionan ese ‘aroma a limpio’ tan demandado por el público masculino”.
Para acceder al reportaje completo y conocer las tendencias y los últimos lanzamientos en fragancias de verano, puede consultar el número 135 de BEAUTYPROF.