En el marco de la Presidencia Española del Consejo de la UE y con el objetivo de dar a conocer la importancia de los aceites esenciales y su impacto positivo en la comunidad en países como España, Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, en colaboración con Cosmetics Europe e IFRA (The International Fragrance Association), y con el apoyo de la Plataforma para la Defensa de los Aceites Esenciales y otras asociaciones europeas de cosmética y perfumería, organizaron el pasado viernes 14 de julio una visita institucional de alto nivel a los Campos de Lavanda de Brihuega, en Guadalajara (España), coincidiendo con la nueva cosecha y el Festival de la Lavanda que ya se ha convertido en un evento de gran repercusión nacional.

El sector cosmético, acompañado por las instituciones y la industria de la UE, ha reforzado durante este encuentro su apuesta por la sostenibilidad e innovación, abordando los principales temas y retos que la Unión Europea quiere afrontar, entre ellos el desarrollo del mercado interior, la agenda verde, la innovación y la cohesión territorial.

Personalidades como la eurodiputada encargada de la revisión del Reglamento CLP, María Spyraki; el senador por Guadalajara, Antonio Román, fuertemente activo en la defensa de la lavanda y su repercusión económica; Miguel González, Subsecretario para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; Pablo Bellido, Presidente de las Cortes de Castilla La Mancha; Carmen Ruiz-Villar, responsable de cosméticos y productos de cuidado personal de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios y el alcalde de Brihuega, Luis Viejo, junto a los representantes de Cosmetics Europe, IFRA y representantes de otros países europeos tales como Bulgaria, Francia, y Portugal, y la Plataforma para la Defensa de los Aceites Esenciales han sido guiados por los campos de la mano de Emilio Valeros, perfumista histórico de Loewe y Académico Sillón Lavanda de la Academia del Perfume que impulsó el desarrollo de estos cultivos.

Al comienzo de la visita, Val Díez directora general de Stanpa, destacó: “Hoy vamos a ser testigos de la importancia de los aceites esenciales y otros ingredientes naturales en la economía local, no sólo de esta región, sino de muchas otras regiones de España y de toda Europa. Lo mismo ocurre en Francia, Bulgaria, Italia, Portugal, Grecia, Polonia o Irlanda. Muchas pequeñas comunidades rurales se han construido y desarrollado en torno a la industria de las esencias”.

Durante la visita, María Spyraki, instó a que “debemos velar por que el sector de los aceites esenciales siga siendo una prioridad para Europa, por su desarrollo económico, por la diversidad de sus paisajes y por su posición internacional en este sector”.

Por su parte, Valeros ha destacado “la importancia que tienen estos campos de lavanda y, en general, la producción de los aceites esenciales, para el desarrollo de la economía y cohesión territorial del país y su impacto positivo tanto en la agricultura como la industria de España”.

La defensa de los aceites esenciales, una prioridad institucional

Los Estados miembro de la Unión Europea respaldaron el pasado 30 de junio una propuesta legislativa que apoya el futuro de los aceites esenciales e ingredientes naturales que se emplean en perfumes y cosméticos. El Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembro ha reconocido la complejidad y las dificultades derivadas del cambio de enfoque propuesto por la Comisión Europea para la clasificación de las sustancias con más de un componente (MOCS).

Stanpa, Cosmetics Europe y la Asociación Internacional de Fragancias (IFRA) han acogido con satisfacción esta decisión al considerar que se encuentra en consonancia con la ambición de la UE de impulsar una economía verde y circular. Val Díez, directora general de Stanpa, destacó en Brihuega que “esta visita supone un paso más en la defensa de los cultivos de aromáticas y de los aceites esenciales de lavanda y otras plantas ya que el impacto socioeconómico de las esencias naturales va más allá de la propia agricultura”, ejemplos como este Festival suponen un atractivo turístico que, en palabras de Díez “genera un beneficio económico tanto en la hostelería como en la artesanía, restauración y cultura musical, generando puestos de trabajo y recursos en una zona rural de un altísimo potencial”.

Durante la jornada, la delegación ha visitado la fábrica de Puig, un ejemplo de sostenibilidad y de círculo de la cadena de valor en el que se prima la eficiencia en la utilización de recursos y, por tanto, de los ingredientes naturales, a la vez que aboga por la minimización de residuos para conseguir el menor impacto medioambiental posible en todos los procesos productivos.

Brihuega, ejemplo de desarrollo económico rural

El caso del pueblo de Brihuega es un gran ejemplo de cómo la lavanda ha influido muy positivamente, más allá de la destilería de Intercova, que es una de las más avanzadas de Europa, en el desarrollo urbanístico, la rehabilitación de edificios históricos que estaban casi en ruinas, en repoblación, en cómo los habitantes se movilizan para recibir a todos los visitantes que durante las semanas de cosecha pasean por sus calles, en toda la artesanía de productos en torno a la lavanda, sin olvidar la importante influencia para las abejas, no solo por la miel de lavanda sino por su impacto positivo en la biodiversidad. https://www.festivaldelalavanda.com/

Esta zona de la Alcarria, ya conocida como “la Provenza española”, supone un punto de encuentro para expertos del sector de la perfumería y se ha convertido en un enclave que el pasado viernes consiguió poner la nota de color y aroma durante la jornada.

En Brihuega se cultiva lavanda y lavandín de los tipos abrial, super y grosso. Más allá de la belleza de sus campos y el reclamo turístico que ha supuesto una reactivación de esta zona rural y su comercio, se trata de un ingrediente vital en perfumería y cosmética, que ha convertido a España en un referente. De esta zona sale en torno al 10% de la producción mundial de lavanda, posicionando a España como un referente en esta materia prima. Lavandas y lavandines recorren más de 1.000 hectáreas de cultivo.

Durante la visita, los asistentes pudieron observar in situ la avanzada maquinaria agrícola utilizada, que permite el corte de la flor y su destilación sin manipulación alguna, una imagen imponente que recorría los campos y en minutos inicia el proceso de destilado, para así conservar plenamente las cualidades de este valioso ingrediente. A continuación, el grupo pudo conocer de primera mano la tecnología de vanguardia que hoy se aplica al proceso de destilación, que Valeros define como “pionera, vanguardista, sostenible, y respetuosa con el medioambiente, una de las más avanzadas de Europa”. Con una capacidad para destilar hasta 200 kg de esencia por destilación al vapor donde a través del uso de energía solar en sus procesos se asegura el ahorro de energía garantizando la máxima calidad de las esencias.

El sector de las plantas aromáticas en España

La superficie de producción de plantas aromáticas ha crecido un 35% en el último año continuando su tendencia alcista desde 2018 con un total de 18.000 hectáreas cultivadas de las cuales, la mitad corresponden a la lavanda y el lavandín.

En 2022 se exportaron cerca de 7.000 toneladas de aceites esenciales de aromáticas a Francia (13%), Italia (12%), Alemania (10%) y Reino Unido (7%). De éstas, el 15% representa los aceites puros (no sintéticos). A su vez, se importaron 7.200 toneladas de países como China (18%), Brasil (17%), Francia (11%), Indonesia (9%) o India (9%).

Las plantas aromáticas son más productivas que los cereales y, al ser de secano, no requieren regado. En su cultivo tampoco se emplean pesticidas ni fertilizantes. Se trata de plantas autóctonas que contribuyen a la biodiversidad, destacando su importancia para las abejas.

En concreto España es un referente mundial en la producción de aceites esenciales. Plantas como la lavanda, el limón, el tomillo o la jara silvestre subsisten a lo largo de la geografía española gracias a su producción y recolección única para la industria cosmética. Esto explica que España supere ya las 72.000 hectáreas de cultivos para aceites esenciales y que la superficie de producción de plantas aromáticas haya crecido un 35% en el último año, continuando su tendencia alcista desde 2018 y fortaleciendo al sector de la perfumería española hasta el punto de posicionarlo como segundo exportador mundial de este producto emblemático.