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Clarins se convierte en la primera marca de cosméticos en el mundo en obtener la certificación Regenerative Organic Certified® (ROC™) por su actividad de agricultura regenerativa en la Hacienda Clarins Serraval.
En la Hacienda Serraval, en el corazón de los Alpes franceses, el grupo Clarins aplica los principios de la agricultura regenerativa para cultivar ciertas plantas utilizadas en la fabricación de sus productos. Todas las plantas cultivadas en Serraval ahora cuentan con la certificación ROC™, lo que demuestra que toda la finca tiene un impacto positivo en el medio ambiente, las comunidades locales y la sociedad.
La certificación ROC™, otorgada por la Regenerative Organic Alliance (ROA), es la más rigurosa en agricultura orgánica regenerativa. Se basa en tres pilares fundamentales: la preservación y regeneración del suelo, el bienestar animal y la equidad social.
Este reconocimiento, que supera los estándares tradicionales, refleja el compromiso continuo de Clarins con una belleza sostenible y ética, su ambición de posicionarse entre las marcas más exigentes en este ámbito y los valores que ha defendido durante 70 años.
“En Clarins, estamos convencidos de que la innovación y la sostenibilidad van de la mano. Obtener la certificación ROC™ para nuestra Hacienda Serraval es un gran reconocimiento a los esfuerzos constantes que realizamos para estar a la altura de nuestras convicciones. También es un poderoso estímulo para continuar en este camino hacia una belleza cada vez más responsable y resiliente. Estamos orgullosos de demostrar que otro modelo es posible, donde la excelencia, el respeto por la naturaleza, los seres vivos y las personas se combinan de manera armoniosa”, afirma Guillaume Lascourrèges, Director de Desarrollo Responsable de Clarins.
Después de la Hacienda Serraval, Clarins está más decidido que nunca a garantizar que la Hacienda Sainte-Colombe, 115 hectáreas de vegetación recientemente adquiridas en el sur de Francia, pueda pronto obtener esta exigente certificación. Esto está en línea con la ambición de Clarins de cultivar un tercio de las plantas utilizadas en la fabricación de sus productos para 2030, integrando una mayor trazabilidad y sostenibilidad en sus procesos de abastecimiento, mientras contribuye activamente a la preservación de la biodiversidad.