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“Nunca soñé con el éxito. Trabajé para conseguirlo”. Estas declaraciones de la Sra. Estée Lauder definen la filosofía de una mujer emprendedora y visionaria que en el año 1946 puso en marcha un negocio cosmético que a día de hoy sigue llevando su nombre. Con motivo del 75o aniversario de la marca, María Pulido, Directora de Estée Lauder Iberia, nos explica en esta entrevista cómo gracias a su perseverancia, creatividad y pasión, la Sra. Estée Lauder logró cambiar la cara de la industria cosmética, manteniendo vigentes sus valores a lo largo de toda la historia de la compañía.
Este año se cumplen 75 años desde que la Sra. Estée Lauder puso en marcha su negocio en 1946, siendo una pionera en el cuidado de la piel. ¿Bajo qué filosofía de belleza creó la marca? ¿Cómo cambió la industria cosmética con su llegada?
Su máxima aspiración era que toda mujer se sintiera “bien con ella misma”. Y ella supo cómo lograrlo, creando 4 productos de tratamiento de máxima calidad (Super Rich All-Purpose Creme, E Creme Pack, Cleansing Oil y Skin Lotion). Para dar a conocer sus productos, utilizó el medio de comunicación más poderoso, que hoy sigue vigente: “cuéntaselo a una amiga”. El mensaje se divulgó como la pólvora y la excelencia y calidad de sus productos hicieron el resto.
Era además una mujer brillante, con una determinación increíble, que tenía claro que las cosas se consiguen con esfuerzo y que eso que llaman suerte, no era otra cosa que voluntad y entrega. También era una persona tremendamente familiar; se rodeó siempre de su familia tanto en su vida personal como en la profesional.
En este sentido, ¿cuáles son los valores fundamentales que la Sra. Estée Lauder encarnaba y que siguen siendo pilares para la firma?
Somos una compañía familiar donde existen unos valores que se han transmitido de generación en generación, desde la propia Estée Lauder hasta sus nietos, activos hoy en la compañía. La más alta calidad en todo lo que hacemos desde la creación de productos innovadores hasta el mejor servicio a nuestros clientes. Un ambiente de trabajo en el cual se fomenta tanto el desarrollo personal como profesional de cada persona. Nuestras relaciones con clientes, proveedores y compañeros siempre cimentadas en colaboración de confianza y basadas en la honestidad y la equidad. Nuestra Responsabilidad Social para llevar lo mejor a todos aquellos que nos rodean. Nuestro compromiso en acciones de filantropía como la Campaña de Concienciación sobre el Cáncer de Mama creada por Evelyn Lauder. Todos estos valores siguen tan vigentes ahora como cuando Estée Lauder comenzó a vender sus productos en 1946.
¿Cuál es el secreto del éxito de Estée Lauder en 1946 y ahora?En el año 1946 Estée Lauder, una mujer adelantada a su época, con mucho esfuerzo y dedicación, logró convertir una pequeña empresa familiar en un auténtico imperio y en uno de los líderes mundiales en la producción y comercialización de productos de lujo para el cuidado de la piel, maquillaje y fragancias. Ella fue una empresaria visionaria que superó todos los límites como mujer emprendedora en la década de los 40 y su fuerza y valores para afrontar todos los retos y cambios son los que nos inspiran a nosotros en la actualidad.
"La fuerza y valores de la Sra. Estée Lauder para afrontar todos los retos y cambios son los que nos inspiran a nosotros en la actualidad”
Más allá de la belleza, la Sra. Estée Lauder también fue visionaria en el mundo de las fragancias. ¿Cómo revolucionó la industria cosmética en 1953 con Youth Dew?
Estée Lauder decía que no podía ver todos esos frascos de perfume, acumulando polvo, evaporándose y guardados para ocasiones especiales en los tocadores de sus amigas. Se preguntaba por qué las mujeres no usaban su perfume, por qué era necesario que hubiera una ocasión especial para abrir un frasco de perfume. Ella había observado que muy pocas mujeres entraban en unos grandes almacenes y compraban un perfume para ellas mismas. Lo habitual solía ser esperar a que te lo regalasen.
Una noche, tuvo una idea. Convencería a la mujer americana de que se comprara su propio perfume, igual que compraba una barra de labios. Durante meses, trabajó en ello. Compró esencias y docenas de frascos diminutos. Experimentó y experimentó hasta que encontró un aroma envolvente y especial. Era dulce y cálido y se fundía fácilmente con la piel y con el agua. Esto último era esencial para su idea. En la creación le acompañó la perfumista Josephine Catapano, la cual combinó especias junto con maderas para encontrar ese toque sensual.
¿Y cómo podía conseguir que la mujer americana comprara para ella misma su propio perfume? No lo llamaría perfume. Lo llamaría Youth Dew, Rocío de Juventud. Sería un aceite de baño que serviría de perfume para la piel. Una mujer podría comprarse un frasco de aceite de baño de la misma manera que compraba una barra de labios, sin sentirse culpable, sin esperar a su cumpleaños, a su aniversario, a su graduación.
Además, tuvo otra idea genial. No sellaría el tapón del frasco de Youth Dew como hacían los perfumistas franceses. Ella no quería hacer inaccesible su creación, creía que si el frasco estaba desprecintado, una clienta que estuviera curioseando podría desenroscar el tapón, olerlo y, para cuando eso ocurriera, tendría la esencia en sus manos. La clienta podría abandonar la tienda sin comprar, pero estaría oliendo Youth Dew allá donde fuera.
La Sra. Estée Lauder creía que, para hacer una venta, había que llegar al consumidor, mostrarle los resultados y explicarle los productos. ¿Podría explicarnos en qué consiste, a día de hoy, el servicio personal High-Touch de la empresa?
Combinamos con éxito tecnología y datos con la labor de nuestros talentosos asesores de belleza para brindar servicios High Touch. A día de hoy seguimos creyendo que dar una atención personalizada tanto en los puntos de venta como a través de nuestros canales, cada vez más digitalizados, es esencial. Atendemos a cada persona individualmente.
En este sentido, ¿cuáles son las líneas que definen la estrategia de formación de Estée Lauder?
La estrategia de formación va totalmente ligada al ADN de la señora Estée Lauder y en asegurar, día tras día, la excelencia del servicio a nuestras clientas tal y como ella lo realizaba. El extraordinario conocimiento del producto, la personalización de cada recomendación y la experiencia en torno a cada clienta son los pilares fundamentales de nuestro equipo de asesoras de belleza.