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Uno de cada cinco consumidores europeos confiesa que nunca ha oído hablar de la Inteligencia Artificial o desconoce cómo se utiliza. Sin embargo, esta tecnología está cada vez más presente en los diferentes momentos del proceso de compra,ya sea en establecimientos físicos o a través del canal online, según datos de Novaquality, consultora especializada en analítica y gobierno de datos.
“Aunque los clientes no identifiquen las aplicaciones que tienen tecnologías basadas en Big Data, Machine Learning o Internet de las Cosas (IoT), sí que tienen expectativas muy altas con respecto a la experiencia de compra que proporcionan y, de hecho, actúan como impulsores de innovación para muchos comercios”, asegura Paloma Tercero Sanz, gerente de Cuentas No Financieras de Novaquality.
Según los expertos de esta compañía, la implementación de la Inteligencia Artificial en el retail estará detrás de muchas de las experiencias que demandarán los consumidores en 2022, y que se concretarán en funcionalidades que agilizan las decisiones y tiempos de compra y conectan emocionalmente con el usuario.
De esta manera, el conocimiento del perfil de cada cliente posibilitará que un e-commerce le muestre la oferta disponible de forma personalizada, priorizando aquellos productos y servicios que más le interesan. Esta funcionalidad también se puede trasladar a las tiendas físicas, proporcionando esa información al vendedor, incluso desde el mismo momento en el que el cliente entra en el establecimiento y se conecta su teléfono móvil.
Por su parte, la inteligencia del dato puede ser un aliado del consumidor en la toma de decisiones, con soluciones tecnológicas desarrolladas a la medida de una marca. Es especialmente interesante para productos y servicios en los que influyen muchas variables en su elección, como tecnología, seguros, viajes, etc.
Además, los chatbot “humanizados”, pasando por la posibilidad de que el móvil se convierta en nuestro asistente, informarán al cliente de manera instantánea, sin esperar a ser atendido por un dependiente, de si hay disponibilidad de una talla o un modelo en el establecimiento en el que se encuentra o en qué otro punto puede encontrarlo dentro del entorno más cercano. Siguiendo en esa línea, el asistente no solo ofrecerá información sobre precios o modelos, sino que también será capaz de proponer productos alternativos o complementarios, adaptados a los intereses y necesidades del usuario, aumentando así el ticket medio.
Por último, la optimización de rutas, el agrupamiento de envíos, la reducción de entregas fallidas…, son aspectos que valorará positivamente y que pueden mejorarse de forma notable gracias a la Inteligencia Artificial.
Fuente: Revista ARAL